Muchos migrantes se sienten tentados a abandonar su país de origen. Quienes buscan un futuro mejor llevan consigo todos sus dones y potenciales. Esto supone una gran pérdida para su país de origen, pero a la vez una oportunidad que beneficia a las comunidades que los acogen.
Trabajemos juntos para convertir las rutas migratorias en lugares seguros para todos los jóvenes.
Muchos migrantes son menores, a menudo no acompañados. Los niños constituyen un grupo especialmente vulnerable porque carecen de adecuada protección, se enfrentan a la exclusión social y viven situaciones de separación familiar. Los niños migrantes corren un mayor riesgo de ser víctimas de abusos, discriminación y violencia.
¿Qué podemos hacer para proteger e integrar a los jóvenes que se ven obligados a abandonar sus hogares?
Encontrarán aquí material de lectura útil sobre niños y jóvenes en movimiento.