ORIENTACIONES SOBRE LA PASTORAL MIGRATORIA INTERCULTURAL

El escenario migratorio contemporáneo, cada vez más global y multicultural, ofrece nuevas oportunidades y plantea nuevos retos que exigen a su vez respuestas pastorales adecuadas orientadas a una cultura del encuentro. La presencia de migrantes y refugiados pertenecientes a diferentes confesiones religiosas, o no creyentes, representa una nueva ocasión misionera para las comunidades cristianas, llamadas a tender puentes a través del testimonio y de la caridad.

Las Orientaciones sobre la Pastoral Migratoria Intercultural, con el prefacio del Papa Francisco, sugieren respuestas pastorales adecuadas e invitan a ampliar la forma de vivir el ser Iglesia.

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BUENAS PRÁCTICAS

En este anexo se presentan algunas buenas prácticas adoptadas por organizaciones católicas y congregaciones religiosas, en línea con las respuestas identificadas en las Orientaciones sobre la Pastoral Migratoria Intercultural.

Ejemplos concretos para poner en práctica las Orientaciones.

EN LAS PALABRAS DE LOS PAPAS

  • «La Iglesia es una casa con las puertas abiertas, porque es madre». Y como María, la Madre de Jesús, «queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad […] para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación»

    – Francisco

  • Emigrantes y refugiados, junto a las dificultades, pueden experimentar también relaciones nuevas y acogedoras, que les alienten a contribuir al bienestar de los países de acogida con sus habilidades profesionales, su patrimonio socio-cultural y también, a menudo, con su testimonio de fe, que estimula a las comunidades de antigua tradición cristiana, anima a encontrar a Cristo e invita a conocer la Iglesia

    – Benedicto XVI

  • [la migración] recuerda a la Iglesia su condición de pueblo peregrino en la tierra en busca de la ciudad futura

    – Juan Pablo II

  • Que, finalmente, Cristo encienda las voluntades de todos los hombres para echar por tierra las barreras que dividen a los unos de los otros, para estrechar los vínculos de la mutua caridad, para fomentar la recíproca comprensión, para perdonar, en fin, a cuantos nos hayan injuriado. De esta manera, bajo su auspicio y amparo, todos los pueblos se abracen como hermanos y florezca y reine siempre entre ellos la tan anhelada paz

    – Juan XXIII

«La Iglesia es una casa con las puertas abiertas, porque es madre». Y como María, la Madre de Jesús, «queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad […] para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación»

– Francisco

«La Iglesia es una casa con las puertas abiertas, porque es madre». Y como María, la Madre de Jesús, «queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad […] para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación»
Emigrantes y refugiados, junto a las dificultades, pueden experimentar también relaciones nuevas y acogedoras, que les alienten a contribuir al bienestar de los países de acogida con sus habilidades profesionales, su patrimonio socio-cultural y también, a menudo, con su testimonio de fe, que estimula a las comunidades de antigua tradición cristiana, anima a encontrar a Cristo e invita a conocer la Iglesia

– Benedicto XVI

Emigrantes y refugiados, junto a las dificultades, pueden experimentar también relaciones nuevas y acogedoras, que les alienten a contribuir al bienestar de los países de acogida con sus habilidades profesionales, su patrimonio socio-cultural y también, a menudo, con su testimonio de fe, que estimula a las comunidades de antigua tradición cristiana, anima a encontrar a Cristo e invita a conocer la Iglesia
[la migración] recuerda a la Iglesia su condición de pueblo peregrino en la tierra en busca de la ciudad futura

– Juan Pablo II

[la migración] recuerda a la Iglesia su condición de pueblo peregrino en la tierra en busca de la ciudad futura
Que, finalmente, Cristo encienda las voluntades de todos los hombres para echar por tierra las barreras que dividen a los unos de los otros, para estrechar los vínculos de la mutua caridad, para fomentar la recíproca comprensión, para perdonar, en fin, a cuantos nos hayan injuriado. De esta manera, bajo su auspicio y amparo, todos los pueblos se abracen como hermanos y florezca y reine siempre entre ellos la tan anhelada paz

– Juan XXIII

Que, finalmente, Cristo encienda las voluntades de todos los hombres para echar por tierra las barreras que dividen a los unos de los otros, para estrechar los vínculos de la mutua caridad, para fomentar la recíproca comprensión, para perdonar, en fin, a cuantos nos hayan injuriado. De esta manera, bajo su auspicio y amparo, todos los pueblos se abracen como hermanos y florezca y reine siempre entre ellos la tan anhelada paz

HACIA UN NOSOTROS CADA VEZ MÁS GRANDE

A la luz del tema elegido para la 107ª Jornada Mundial del Migrante y del RefugiadoHacia un nosotros cada vez más grande – las Orientaciones sobre la Pastoral Migratoria Intercultural se proponen profundizar en la necesidad de reconstituirnos en un único nosotros, cada vez más amplio y acogedor, que salga al encuentro de todos los que viven en condiciones de marginalidad, abandonando la distinción entre el “nosotros” y los “otros”, para sentirnos parte del único pueblo de Dios. (cf. Gn 11,1).

INFORMÉMONOS

A continuación, presentamos algunos recursos útiles para ayudar a comprender la respuesta de la Iglesia a la riqueza intercultural que ofrecen los migrantes: