¡Queridos hermanos!
[…] Desde hace muchos meses, a causa de la pandemia, nos encontramos viviendo situaciones de emergencia, aislamiento y sufrimiento. Por un lado, esta experiencia crítica nos anima a todos a reconocer que nuestra vida terrenal es un camino que hay que recorrer como peregrinos y forasteros, hombres y mujeres itinerantes, dispuestos a aligerarnos de cosas y exigencias personales. Pienso en vuestras comunidades, llamadas a ser una humilde presencia profética en medio del pueblo de Dios y un testimonio de fraternidad y de vida sencilla y alegre. […]