Queridos niños,
[…] En este sentido, la iniciativa caritativa que harás, con la ayuda de Dios, a favor de los inmigrantes, en la diócesis de Agrigento es muy buena. El Señor bendice este proyecto, que dará la mano a esa comunidad comprometida de manera ejemplar en la recepción de tantos hermanos y hermanas que llegan llenos de esperanza pero también de tantas heridas y tantas necesidades, que buscan la paz y el pan. Ayer, en la audiencia, los padres me presentaron a un niño negro, un niño que tendrá cinco meses, y me dijeron: «Nació en el barco frente a Sicilia» … Muchos, muchos … Muchos niños logran llegar, otros no. Y todo lo que haces por estas personas es bueno, gracias por hacerlo. Puede hacer una contribución especial a esta iniciativa, con su entusiasmo y su oración, que le aconsejo acompañar con alguna renuncia, para compartir lo necesario con otros niños que no lo hacen. Sobre la renuncia, me gustaría hacer una pregunta, pero responden chicos, no los grandes. Si tienes dos dulces y tienes a tu amigo o amigo a tu lado, ¿qué haces? ¿Qué estás haciendo? [Un niño responde: «Le doy un»] Se lo da. Y si tienes un caramelo y él no es nada, ¿qué haces? [Un niño responde: «¡A mitad de camino!»] ¡Mitad! De acuerdo! Sigue así. […]