Boletín post-COVID: Hacia una gobernanza mundial de las migraciones

Boletín post-COVID: Hacia una gobernanza mundial de las migraciones


“Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida”. Papa Francisco


BOLETÍN M&R #9 | Noviembre de 2021

Hacia una gobernanza mundial de las migraciones

 

El Pacto Mundial sobre los Refugiados (PMR) y el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (PMM) se adoptaron a finales de 2018, después de dos años de consultas y negociaciones de amplio alcance entabladas lideradas por las Naciones Unidas. Ambos documentos nacieron de la convicción de que, sin la cooperación internacional, no se puede lograr una solución sostenible a la situación de los refugiados y los migrantes. Al mismo tiempo, las políticas y las prácticas nacionales en materia de migración siguen constituyendo un problema y pueden dejarse desviar por controversias con una fuerte carga emocional, como lo demuestra el hecho de que varios países que habían participado activamente en todo el proceso de redacción del PMM, se retiraron a la hora de firmarlo.  

Los dos Pactos Globales no son vinculantes. En ellos se determinan principios y objetivos y la metodología para su implementación, dejando a los Estados signatarios un papel clave en la iniciativa de ponerlos en práctica. Dado que son controvertidos, a menudo, no se promueve su adopción. 

Hoy en día, muchos países siguen una estrategia basada en la externalización de los flujos de migrantes y refugiados lejos de sus fronteras, hasta el punto de proporcionar fondos a otros países. Esto les permite evitar la responsabilidad directa, confiando en cambio en acuerdos que bloquean la migración, a veces de manera indefinida. La pandemia trajo consigo también otros problemas internos a la agenda política, con frecuencia en detrimento de los retos a los que migrantes y refugiados se han tenido que enfrentar a causa de la emergencia del COVID-19. 

La Iglesia Católica desea desempeñar un papel proactivo en la promoción de la gobernanza mundial de la migración, tanto a nivel local como a nivel regional e internacional. Este boletín recoge algunas de las principales actividades que la Santa Sede ha llevado a cabo recientemente en este ámbito y presenta también algunas iniciativas emprendidas por agentes católicos, que pueden servir como ejemplos concretos de los pasos necesarios para una eficaz gestión mundial de la migración.


El aporte del Vaticano a la gobernanza mundial de la migración


En 2018, la Santa Sede presentó formalmente, a las Naciones Unidas y a los Estados Miembros
20 Puntos de Acción para los Pactos Globales, como contribución a la redacción, negociación y adopción del PMR y el PMM. Los 20 puntos se basan en las mejores prácticas adoptadas por la Iglesia para responder a las necesidades de los migrantes y refugiados a nivel de base y son fruto de las consultas de la Sección Migrantes y Refugiados con varias Conferencias Episcopales y ONG católicas que trabajan en este ámbito. De conformidad con la enseñanza del Papa Francisco, los puntos se agrupan en torno a cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar, con el objetivo último de construir una casa común inclusiva y sostenible para todos. 

En el documento “Alternatives to Immigration Detention” (Medidas alternativas a la detención de migrantes, EN; IT), la Sección M&R sugiere la adopción de medidas alternativas no privativas de  libertad a la detención de migrantes, como centros de acogida no gubernamentales y otros programas especiales de acogida en comunidades, para garantizar una mejor protección de los derechos y la dignidad de los migrantes en situación irregular y poner en práctica el objetivo n. 13 del PMM. La Sección también abordó la cuestión de la regularización de los migrantes en situación irregular, EN; IT), como una medida especial y rápida que tiene como finalidad restituirles prontamente su dignidad, para que puedan llevar una vida normal. La adopción de dicha medida hace posible el entorno necesario y propicio en el que se puedan desarrollar políticas de inmigración e integración compatibles con el modelo de gobernanza compartida que prevé el PMM.

En su videomensaje con ocasión de la 75 Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2020, el Papa Francisco señaló que los dos Pactos Mundiales sobre Refugiados y para la Migración, a pesar de su loable y valiosa aportación, todavía “carecen del apoyo político necesario para tener éxito”. También habló de la tendencia de los Estados a un “nominalismo declaracionista” e incluso a “eludir sus responsabilidades y compromisos”, en contraste con una “efectiva lucha contra todos estos flagelos” contemporáneos, como las crisis de los migrantes y los refugiados. Así con todo, el Santo Padre ve en la crisis actual “una oportunidad para la ONU (…) de generar una sociedad más fraterna y compasiva.”

El Arzobispo Gabriele Caccia, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, también participó en el 75º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y tomó la palabra (EN) durante los debates en curso en la Segunda Comisión, en el marco del tema “Globalización e interdependencia”. En esa ocasión dijo que: “La Santa Sede insta encarecidamente, a todos los Estados y a la sociedad civil, a seguir reafirmando los valores del Pacto Mundial sobre Migración y su marco integral de mejores prácticas e instrumentos de política, para intensificar la cooperación internacional y el reparto equitativo de responsabilidades en la gestión de la migración en todas sus dimensiones”. Asimismo, Mons. Caccia hizo hincapié en que la cooperación internacional debe trabajar para que “la migración no sea la única opción para quienes buscan la paz, la justicia, la seguridad y el pleno respeto de su dignidad humana” y apoyar el papel positivo que los migrantes ya desempeñan en las economías de sus países de origen, tránsito y destino, promoviendo así el desarrollo global.

Dña. Francesca Di Giovanni, Subsecretaria del Sector Multilateral, Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, tomó la palabra durante el 72º Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. En su declaración, describió la cuestión de los refugiados como una “crisis de solidaridad”, que representa un desafío para “nuestra conciencia como familia de naciones”. Los países deberían “buscar estrategias que comprometan a todos los países como parte iguales”, según lo estipulado por el PMR. Di Giovanni señaló que el Pacto “sólo tendrá éxito si lleva aparejada la voluntad política necesaria”. En ese sentido, la Santa Sede insta a que se adopten “acciones concretas y significativas”, como los visados humanitarios, los programas de patrocinio individual y comunitario, los corredores humanitarios y la reunificación familiar. La Subsecretaria concluyó su discurso apelando a “una mayor conciencia de nuestra fraternidad” como la única clave para “construir una sociedad justa y una paz sólida y duradera”.


El aporte de los agentes católicos a una gobernanza mundial de la migración


En Marruecos, la Delegación Diocesana de Migraciones de Nador (DDM) puso en marcha el proyecto “
La ruta migratoria de África Occidental” (EN), con el objetivo de reducir los riesgos vinculados a la migración irregular. Sus estrategias incluyen acciones de sensibilización, información y acciones de desarrollo comunitario llevadas a cabo en diversas ciudades. Este proyecto ha sido posible gracias a la aportación del Secretariado de Misión de los Jesuitas y la ONG Manos Unidas y hasta el momento se ha implementado sólo en Guinea y Senegal. Para la realización de este proyecto, la DDM estableció una plataforma ciudadana y una plataforma que agrupa a instituciones de la sociedad civil. Esta iniciativa destaca la importancia de conectar los diferentes puntos de la ruta migratoria (países de origen, de tránsito y de destino) a fin de proteger a las personas en tránsito y tiene también como objetivo “proporcionar información exacta y oportuna en todas las etapas de la migración” (véase el objetivo 3 del PMM).

¿Cuál es el camino a seguir para la implementación del Pacto Mundial para Migraciones en la era del COVID-19? (EN), es el título de un documento redactado por el Comité de Acción de la Sociedad Civil, una plataforma que reúne a las redes de la sociedad civil que trabajan para mejorar la política y la gestión mundial de la migración, conjuntamente con la Comisión Católica Internacional de Migración (ICMC). El informe propone una estrategia para implementar el objetivo 5 del PMM, “aumentar la disponibilidad y flexibilidad de las vías de migración regular”, abogando por la cooperación internacional como referente a partir del cual centrar los esfuerzos colectivos dirigidos a la implementación del Pacto. “Debemos dar prioridad a la expansión de cauces legales de migración y mejorar la colaboración entre los Estados”, escribe la ICMC en el informe. De hecho, las rutas migratorias dependen de la colaboración de al menos dos países, un país de origen y un país de destino, lo que implica que cualquier avance conlleva una colaboración. Lo ideal sería ampliar los cauces de migración y transformarlos en corredores, regionales e internacionales, de migración, siempre y cuando esto sea posible.

“Migration and Sustainable Development” (EN; IT) es el informe de seguimiento sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Pacto Mundial sobre Migración, en materia de migración, y se publicó como parte del proyecto “Faces of Migration”, del que también forma parte FOCSIV. El documento evalúa la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible, en particular, la inclusión social, económica y política, con especial referencia a la migración, y abandona un enfoque de emergencia en favor de una visión a medio y largo plazo. Además de la dimensión nacional, el informe presta atención a la cooperación entre los países de origen y de tránsito. De este modo supera el habitual debate político, reiterativo y tóxico, sobre la migración como un problema de emergencia y de seguridad, con un enfoque que condena a los migrantes a la inseguridad y, en cambio, los incluye en un plan de desarrollo sostenible, en línea con la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el PMM (véase el objetivo 19).


Hacia un modelo de acogida holístico


En su
Homilía (ES, EN, IT, PT) pronunciada con motivo de la 107ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega de Yucatán y presidente de la red CLAMOR, señaló que “los muros que hoy se construyen, materiales, morales o legales, son un cerrarse al nosotros total que formamos con toda la humanidad”. Por el contrario, “abrirnos al que emigra significa construir un nosotros y realizarnos según la imagen divina que llevamos en nuestra naturaleza”. El presidente de CLAMOR también insistió en el hecho de que en un mundo globalizado “las naciones ricas tienen una gran responsabilidad para evitar que miles y miles de seres humanos, estén siendo materialmente expulsados por la miseria y la inseguridad de sus países”. A la luz de esto, pidió que “las naciones poderosas sean parte de la solución de los problemas”. Por su parte, la Iglesia está llamada a ser más inclusiva. En el encuentro y el diálogo intercultural, dijo, “se nos da la oportunidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente”.

El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) elaboró un informe titulado Enfocar la Mirada. El documento es el resultado de la pregunta: “¿Qué aportes podría realizar el SJM a un nuevo modelo de acogida y qué elementos o lecciones aprendidas podrían sumar en el modelo?” El informe ofrece un análisis de las medidas adoptadas por los Estados miembros de la UE para limitar el contagio durante la pandemia y las consecuencias de dichas medidas para los solicitantes de protección internacional. Presenta la visión del SJM de cómo el sistema de acogida en España está respondiendo a las personas necesitadas de protección y hacia dónde debería dirigirse. Por último, el informe presenta una propuesta de modelo comunitario, a través del patrocinio y redes de comunidades de acogida. 

El Padre Fabio Baggio, Subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados, formó parte de la delegación de la Santa Sede que participó en la 13.ª Cumbre del Foro Mundial Sobre Migración y Desarrollo, en enero de 2021, y que reunió a gobiernos nacionales y locales, agentes de la sociedad civil, líderes empresariales y representantes juveniles. En una conversación con la ICMC (EN), hizo hincapié en el objetivo de la Sección M&R de promover el diálogo entre los diferentes actores durante todo el nexo entre migración y desarrollo, que representa también un tema clave para el PMM. El P. Baggio también dijo que la Sección M&R abraza el sueño del Papa Francisco que se recoge en la carta encíclica Fratelli tutti, el de “una familia que trabaja unida para el futuro, que no deja atrás a nadie, que no excluye a nadie; creciendo juntos, salvándonos juntos”. Para alcanzar esto, la Sección M&R “promueve el diálogo multilateral, no sólo en el Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo, sino también en otros ámbitos. La idea es lograr un mundo más justo, en el que todos tengan acceso al desarrollo humano integral”.

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Para números anteriores, por favor consulte la página: migrants-refugees.va/es/boletin-c-19

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