Boletín post-COVID: El futuro del trabajo migrante

Boletín post-COVID: El futuro del trabajo migrante


“Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida”. Papa Francisco


BOLETÍN M&R #7 | Agosto de 2021

El futuro del trabajo migrante

 

La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto significativo, tanto en la economía como en la salud pública, y ha planteado una serie de preocupaciones sobre el empleo a largo plazo. En particular, ha puesto de manifiesto la frágil situación de los trabajadores temporales. Muchos son migrantes y carecen de la documentación adecuada por lo que no pueden solicitar y acceder a prestaciones sociales. Su trabajo suele definirse como informal al carecer de un contrato legal, por lo que es inseguro y se caracteriza por llevarse a  cabo en condiciones peligrosas. Estos trabajadores no recurren a la protección que puede brindarles la ley y el apoyo que reciben por parte de las autoridades locales es muy escaso. 

La crisis sanitaria ha tenido enormes repercusiones en la vida de los trabajadores migrantes. Muchos han perdido sus empleos, por lo que les resulta imposible hacer frente a las crecientes deudas. Algunos se han quedado sin dinero para mantener a su familia y se han visto obligados a volver a casa sin ninguna perspectiva o plan establecido. Todo ello también ha tenido efectos negativos en la vida familiar, puesto que ha generado traumas psicosociales causados, entre otras cosas, por un aumento del absentismo escolar, la violencia doméstica y la trata de personas. 

Por otro lado, los trabajadores migrantes invisibles se han vuelto visibles durante este periodo de crisis de la pandemia del COVID-19, ya que muchos trabajan en sectores económicos esenciales, por lo que no se detuvieron durante el periodo de confinamiento.  Así pues, la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de promover la dignidad humana y los derechos de todos los trabajadores migrantes. 

La doctrina social católica lleva afirmando desde hace tiempo la dignidad del trabajo y exhorta a que se respete y valore a todos los trabajadores. Este boletín analiza la posición de la Iglesia católica, las Iglesias locales y otras organizaciones caritativas en favor de los trabajadores migrantes durante la pandemia.


La Iglesia aboga por el respeto de la dignidad de los trabajadores migrantes


El Papa Francisco ha expresado en reiteradas ocasiones su profunda preocupación por los trabajadores, especialmente por los migrantes. En el
mensaje para la 104ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (2018), el Santo Padre animó a “esforzarse en la promoción de la inserción socio-laboral de los emigrantes y refugiados, garantizando a todos —incluidos los que solicitan asilo— la posibilidad de trabajar, cursos formativos lingüísticos y de ciudadanía activa, así como también una información adecuada en sus propias lenguas”. En dicha ocasión, también destacó la urgencia de normativas relativas a los trabajadores migrantes menores de edad, a fin de “que se prevengan abusos y riesgos para su crecimiento normal”. 

Poco después de la celebración del Día Internacional de los Trabajadores 2020, el Papa se pronunció en favor de la dignidad de los trabajadores, en particular de los migrantes, a pesar de las dificultades económicas provocadas por la crisis del coronavirus. Hizo especial mención de la explotación de los trabajadores agrícolas en Italia, la mayoría de los cuales son migrantes. El Santo Padre se unió al coro de voces que defendían a todos los trabajadores explotados: “Invito a hacer de la crisis una ocasión para volver a poner en el centro la dignidad de la persona y del trabajo”.

El Papa Francisco envió un vídeo mensaje con motivo de la 109ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en junio de 2021, en la que pidió una acción concertada en favor de los trabajadores que se encuentran en los márgenes del mercado laboral y que, lamentablemente, todavía se ven afectados de manera negativa por la pandemia del COVID-19. Entre éstos se encuentran los migrantes, señala el Papa, que son víctimas de la “filosofía del descarte que nos hemos habituado a imponer en nuestras sociedades”. Un diálogo constructivo y veraz, dirigido a transformar esta “filosofía del descarte” no puede dejar de lado a los más vulnerables, sino que debe incluirlos como interlocutores en el diálogo con los mismos derechos y las mismas obligaciones. El Papa Francisco propuso la experiencia de la Iglesia de tender puentes entre comunidades, como modelo a seguir en la búsqueda de normas uniformes que se puedan aplicar al trabajo en todos sus diferentes aspectos, como garantía para los trabajadores, para el desarrollo humano integral y para el bien común.

El arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, intervino en el 59º período de sesiones de la Comisión de Desarrollo Social (EN), el 16 de febrero de 2021, dedicado al papel de las tecnologías digitales en el desarrollo social. Mons. Caccia enfatizó cómo las tecnologías digitales pueden asistir a migrantes y refugiados. Por ejemplo, garantizar el acceso a Internet a los trabajadores migrantes es una forma de ayudarles a identificar nuevas oportunidades de empleo y reducir los costos de transacción de las remesas. “La tecnología puede ayudar a migrantes y refugiados también de otra manera, proporcionando un sistema de identificación digital seguro, para facilitar en mayor medida su protección e integración, salvaguardando al mismo tiempo su privacidad”, añadió el Nuncio Apostólico. 

Por último, el Taskforce Economía de la Comisión vaticana COVID-19 (VCC-19) elaboró un resumen ejecutivo sobre la mano de obra migrante durante la pandemia (EN). El documento reconoce las situaciones dispares a las que muchos trabajadores migrantes se han tenido que enfrentar durante la crisis del COVID-19, especialmente quienes realizan trabajos estacionales. “Muchos de estos trabajadores no están reconocidos por la legislación laboral nacional y trabajan de manera informal. Simplemente no existen”, señala la VCC-19. El documento denuncia la falta de una regulación para migrantes, trabajadores estacionales, cuidadores y trabajadores domésticos, lo que les expone a grandes riesgos sanitarios y económicos. Por otra parte, “otorgar a estos grupos un estatus jurídico y brindarles protección sanitaria y social garantizaría una seguridad social generalizada e impediría la propagación del virus”.


La misión evangélica en apoyo de los trabajadores migrantes


Los trabajadores migrantes suelen soportar una separación prolongada de sus familias, dificultades económicas, exclusión y discriminación. Los agentes católicos, por tanto, se dedican a proporcionar ayuda concreta, protección social y apoyo espiritual. 

El proyecto RADIX – Alle Radici del Problema (IT), promovido por la cooperativa social Kairos en colaboración con la Scalabrini Agency for Cooperation and Development, asiste a los migrantes en riesgo de explotación laboral, proporcionándoles apoyo y asesoramiento en el ejercicio de sus derechos como trabajadores y ciudadanos. Un elemento fuerte del proyecto, los Laboratorios gratuitos de Empoderamiento (LE), están diseñados para fortalecer las habilidades y asesorar a los migrantes en diferentes ámbitos como el laboral, el de la vivienda y el de la economía. Los LE están dirigidos a hombres y mujeres migrantes, cuyas edades están comprendidas entre los 18 y los 45 años, ya sea que residan legalmente en Italia, soliciten la renovación del permiso de residencia, sean refugiados o solicitantes de protección internacional. 

El servicio salesiano “Don Bosco for Migrants” (DB4M) ha activado un número de teléfono gratuito a nivel nacional en la India, de asistencia, destinado a los trabajadores migrantes. Inicialmente esta línea estará disponible en ocho idiomas para los que llaman, y se añadirán otros idiomas más adelante. Se puede atender y ayudar hasta 15 personas al mismo tiempo. Algunos de los servicios que se ofrecerán, explica don Bosco Francis, director de DB4M, son: poner en contacto las áreas de origen y destino de los migrantes, brindar asistencia legal, asistencia jurídica para obtener salarios mínimos, trabajo y condiciones de vida dignas, escucha empática, ayuda para la protección de los derechos, la obtención de documentos y certificados públicos, seguro médico. Añadió que esto también servirá como una especie de centinela contra el trabajo infantil, el trabajo en condiciones de servidumbre y la trata de personas.

Los trabajadores migrantes en el municipio de Odemira en Portugal se enfrentan a múltiples problemas. La Cáritas diocesana de Beja cuenta con un centro local de apoyo a la integración de los migrantes (PT), financiado por el Alto Comisionado para las Migraciones, en el que se presta asistencia inicial para ayudar a estas personas a resolver los problemas administrativos y de residencia, asistir a entrevistas con el Servicio de Inmigración y Fronteras, etc. En la agencia Ecclesia, Isaurindo Oliveira informó que el vínculo entre los trabajadores agrícolas y migrantes suele ser “a través de un intermediario” y sus contratos son “a menudo precarios, dudosos, [y] falsos”. Es en este contexto que los migrantes se ponen en contacto por primera vez con la Cáritas diocesana, ya que ven cómo les reducen sus salarios o incluso se les niega su pago. 

Después del Sínodo Diocesano de Burlington, celebrado en el estado estadounidense de Vermont, los miembros de las parroquias de St. Peter en Vergennes y de St. Ambrose en Bristol decidieron escuchar el llamamiento del Sínodo en el que se invitaba a las parroquias a involucrarse más en la evangelización, a través de un servicio ofrecido a los trabajadores migrantes locales. El número de trabajadores migrantes que había asistido a misa en la región era relativamente bajo debido a las dificultades lingüísticas y este número había disminuido aún más debido a la pandemia. Los feligreses de St. Peter formaron el Equipo de divulgación para migrantes (EN) para reunirse con los trabajadores, conocer sus necesidades y establecer cómo se les podría ayudar. Una de las primeras cosas que hizo el párroco, el P. Royer, fue aprender la oración de absolución en español para poder dar la absolución después de escuchar las confesiones de los trabajadores gracias a la ayuda de un programa de traducción en línea. Veintisiete feligreses asistieron a clases de español en la sala parroquial y algunos empezaron a llevar en coche a los trabajadores para que asistieran a la liturgia diaria. También les proporcionaron botas, chaquetas, ropa e incluso aire acondicionado. Los miembros del Equipo de divulgación para migrantes se dieron cuenta de la importancia de la mano de obra de los trabajadores migrantes. “Salen de sus casas y vienen a trabajar aquí en nuestras granjas para que podamos tener buena comida en nuestras mesas”, dijo Donna Fox, feligresa de la parroquia de St. Ambrose. “Estamos muy agradecidos y esta es una manera de recompensarles”.


Una mirada al futuro del trabajo migrante


La Comisión Católica Internacional para las Migraciones (ICMC) ha publicado dos libros, titulados
Driven by the Depth of Love (Impulsados por la Profundidad del Amor, EN) y Towards a Better World (Hacia un Mundo Mejor, EN), en los que presenta las principales conclusiones de las investigaciones que ha llevado a cabo sobre las experiencias de los trabajadores migrantes, sus testimonios y ejemplos de respuestas a la migración laboral centradas en la persona. El informe de investigación Hacia un Mundo Mejor explora diferentes aspectos de las experiencias de los migrantes en el mundo del trabajo, por ejemplo, por qué deciden migrar, los retos y las oportunidades que se presentan en su camino, y sus condiciones de vida y de trabajo. Se proponen ejemplos de buenas prácticas para mostrar cómo las organizaciones católicas y otras organizaciones religiosas sirven a los migrantes internos e internacionales en diversos lugares del mundo. A los migrantes mismos se les cede la palabra en Impulsados por la Profundidad del Amor. Este trabajo de fotoperiodismo pone de relieve las condiciones de vida y los retos cotidianos a los que se enfrentan los trabajadores migrantes, poniendo un rostro humano al fenómeno de la migración. Una página web (EN) presenta el contenido completo de ambas publicaciones.

El documento de incidencia política de Cáritas Europa Desmitificar la regularización de migrantes indocumentados” (EN) no solo destaca los retos que experimentan los migrantes indocumentados, sino también las contribuciones que aportan a nuestras sociedades. De hecho, los sectores económicos clave no funcionarían sin el duro trabajo de los trabajadores indocumentados. Si bien la regularización de los trabajadores indocumentados se considera tabú para algunos, podría conducir a las personas al sector económico, aumentar los ingresos fiscales y corregir las fallas en la legislación y los procedimientos de inmigración y de asilo. Por esta razón, Cáritas nos invita a ver la regularización de los migrantes indocumentados en el contexto más amplio de la expansión de las vías migratorias regulares y abordar las economías informales y la explotación.

El capítulo 3 del documento de trabajo de la Fundación Caritas In Veritate, ”Repensando el trabajo. Reflexiones éticas sobre el futuro del trabajo”, se centra en la migración y las condiciones de trabajo dignas en los países de origen y de destino (EN). En el documento se esboza una visión ética de los migrantes y del trabajo como parte de un análisis más amplio del futuro del trabajo y de sus consecuencias para los migrantes internacionales. El capítulo concluye con una serie de recomendaciones políticas dirigidas a orientar el desarrollo de una visión de la migración y del trabajo centrada en la persona, en un momento convulso en el que reina la incertidumbre en el mercado laboral global, en el que el número de migrantes internacionales es cada vez mayor.

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Para números anteriores, por favor consulte la página: migrants-refugees.va/es/boletin-c-19

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