Delegación Diocesana de Migraciones (Nador, Marruecos), intervención en países de origen

Delegación Diocesana de Migraciones (Nador, Marruecos), intervención en países de origen

La Delegación Diocesana de Migraciones (DDM-Nador) está desarrollando un proyecto de intervención en países de origen de la ruta migratoria de África del Oeste, en concreto Guinea y Senegal. La primera fase del proyecto, en Guinea, se inició en 2019; la segunda fase, en Senegal, a finales de 2020. 

El proyecto tiene un carácter preventivo y consiste en sensibilizar desde los países de origen, salvar vidas humanas, visibilizar las consecuencias y el impacto de las políticas migratorias sobre las comunidades en situación de movilidad, resaltar los abusos de las mafias, su desprecio a la vida humana, la extorsión que infligen a las personas y la vulneración de los derechos. Asimismo, se advierte de los falsos presupuestos o ideas que impulsan proyectos migratorios basados en mentiras. Todo ello tiene un efecto disuasorio, de replanteamiento, de toma de conciencia de los peligros y engaños asociados a la ruta migratoria. También se proporciona a los jóvenes en situación de movilidad un entorno formativo: formación técnico profesional. A las personas en tránsito (Marruecos) que se replantean su proyecto migratorio, se facilita los procedimientos de retorno voluntario en colaboración con IOM; se facilita y acompaña la reintegración de estas personas; y se apoya a las familias que acogen al miembro que ha regresado.

La DDM lleva a cabo este proyecto con la colaboración de las organizaciones locales. En Guinea, se han establecido acuerdos con Cáritas, Cruz Roja y la Organisation Guinéenne pour la Lutte contre la Migration Irrégulière (OGLMI). En Senegal, la colaboración envuelve las instituciones de la sociedad civil, Cáritas Senegal, Cruz Roja y Media Luna Roja. Finalmente, en Marruecos se cuenta con la Entraide Nationale (organismo de formación estatal marroquí). Con estos y otros organismos se proporciona a los jóvenes un entorno formativo y se  sensibiliza las familias y grupos de jóvenes. De esa manera, se combate el efecto llamada y se llena a las comunidades de contenido afín de expresar y formular el derecho a no migrar.