[…] De lo contrario, queda comprometido por divisiones y conflictos entre Iglesias y creyentes. Podemos tomar juntos la alegría y el arduo trabajo de la diaconía de la caridad en una mayor cooperación ecuménica. Podemos hacerlo con los niños y ancianos más desfavorecidos, los refugiados y todos aquellos que necesitan atención y apoyo. […]