26 agosto 2020 | Audiencia General

PAPA FRANCISCO AUDIENCIA GENERAL

Biblioteca del Palacio Apostólico

[…] La desigualdad social y el degrado ambiental van de la mano y tienen la
misma raíz (cfr. Enc. Laudato si’ , 101): la del pecado de querer poseer, de
querer dominar a los hermanos y las hermanas, de querer poseer y dominar la
naturaleza y al mismo Dios. Pero este no es el diseño de la creación. […]
[…] Cuando la obsesión por poseer y dominar excluye a millones de personas de
los bienes primarios; cuando la desigualdad económica y tecnológica es tal que
lacera el tejido social; y cuando la dependencia de un progreso material ilimitado
amenaza la casa común, entonces no podemos quedarnos mirando. No, esto es
desolador. ¡No podemos quedarnos mirando! Con la mirada fija en Jesús (cfr.
Heb 12, 2) y con la certeza de que su amor obra mediante la comunidad de sus
discípulos, debemos actuar todos juntos, en la esperanza de generar algo
diferente y mejor. La esperanza cristiana, enraizada en Dios, es nuestra ancla.
Ella sostiene la voluntad de compartir, reforzando nuestra misión como discípulos
de Cristo, que ha compartido todo con nosotros. […]
[…] Y para finalizar, pensemos en los niños. Leed las estadísticas: cuántos niños,
hoy, mueren de hambre por una no buena distribución de las riquezas, por un
sistema económico como he dicho antes; y cuántos niños, hoy, no tienen
derecho a la escuela, por el mismo motivo. Que esta imagen, de los niños
necesitados por hambre y por falta de educación, nos ayude a entender que
después de esta crisis debemos salir mejores. Gracias. […]