23 diciembre 2018 | Angelus

PAPA FRANCISCO ÁNGELUS

Plaza de San Pedro

Después del Ángelus Queridos hermanos y hermanas: Mis pensamientos se dirigen ahora mismo a las poblaciones de Indonesia, afectadas por desastres naturales violentos, que han causado graves pérdidas en vidas humanas, numerosas personas desaparecidas y sin hogar y un gran daño material. Invito a todos a unirse a mí en oración por las víctimas y sus seres queridos. Estoy espiritualmente cerca de los desplazados y de todas las personas afectadas, implorando a Dios que los alivie en su sufrimiento. Solicito a nuestros hermanos y hermanas que no falten nuestra solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional. Recemos juntos… Ave, María … Os saludo a todos vosotros, fieles de Roma y peregrinos de Italia y de diversos países. Pasado mañana será Navidad y mis pensamientos se dirigirán especialmente a las familias que se reúnen en estos días: aquellos que viven lejos de sus padres se van y regresan a sus hogares; los hermanos tratan de encontrarse… En Navidad es hermoso e importante estar juntos en la familia. Pero muchas personas no tienen esta posibilidad, por diferentes motivos; y hoy me gustaría dirigirme de manera especial a todos aquellos que están lejos de su familia y de su tierra. Queridos hermanos y hermanas, nuestro Padre celestial no os olvida y no os abandona. Si sois cristianos, deseo que encontréis en la Iglesia una verdadera familia, donde podáis experimentar la calidez del amor fraternal. Y a todos, lejos de su familia, cristianos y no cristianos, digo: las puertas de la comunidad cristiana están abiertas, Jesús nace para todos y les da a todos el amor de Dios. Os deseo un buen domingo. No os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.