16 septiembre 2018 | Angelus

PAPA FRANCISCO ÁNGELUS

Plaza de San Pedro

Después el Angelus […] Hoy, dos días después de la Fiesta de la Santa Cruz, pensé en regalaros a vosotros, que estáis en la plaza, un crucifijo: He aquí [lo muestra]. El crucifijo es el signo del amor de Dios, que en Jesús dio la vida por nosotros. Os invito a acoger este don y a llevarlo a vuestros hogares, a los cuartos de sus hijos, o de los abuelos… En cualquier parte, pero que se vea en la casa. No es un objeto de decoración, es un signo religioso para contemplarlo y rezar. Mirando a Jesús crucificado, miramos nuestra salvación. No se paga nada, ¡si alguien os dice que debéis pagarlo es un listo! ¡No, nada! Esto es un regalo del Papa. Agradezco a las religiosas, a los pobres y a los refugiados que ahora distribuirán este don, pequeño, pero valioso. Como siempre, la fe viene desde los pequeños, de los humildes. […]