Archive

VISITA DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LESBOS (GRECIA) ENCUENTRO CON LA POBLACIÓN Y CON LA COMUNIDAD CATÓLICA. MEMORIA DE LAS VÍCTIMAS DE LAS MIGRACIONES

Señor Jefe de Gobierno,
Distinguidas Autoridades
Queridos hermanos y hermanas:

Desde que Lesbos se ha convertido en un lugar de llegada para muchos emigrantes en busca de paz y dignidad, he tenido el deseo de venir aquí. Hoy, agradezco a Dios que me lo haya concedido. Y agradezco al Presidente Paulopoulos haberme invitado, junto al Patriarca Bartolomé y al Arzobispo Ieronymos.
Quisiera expresar mi admiración por el pueblo griego que, a pesar de las graves dificultades que tiene que afrontar, ha sabido mantener abierto su corazón y sus puertas. Muchas personas sencillas han ofrecido lo poco que tenían para compartirlo con los que carecían de todo. Dios recompensará esta generosidad, así como la de otras naciones vecinas, que desde el primer momento han acogido con gran disponibilidad a muchos emigrantes forzados […]

[…]Quisiera renovar hoy el vehemente llamamiento a la responsabilidad y a la solidaridad frente a una situación tan dramática. Muchos de los refugiados que se encuentran en esta isla y en otras partes de Grecia están viviendo en unas condiciones críticas, en un clima de ansiedad y de miedo, a veces de desesperación, por las dificultades materiales y la incertidumbre del futuro.
La preocupación de las instituciones y de la gente, tanto aquí en Grecia como en otros países de Europa, es comprensible y legítima. Sin embargo, no debemos olvidar que los emigrantes, antes que números son personas, son rostros, nombres, historias. Europa es la patria de los derechos humanos, y cualquiera que ponga pie en suelo europeo debería poder experimentarlo. Así será más consciente de deberlos a su vez respetar y defender. Por desgracia, algunos, entre ellos muchos niños, no han conseguido ni siquiera llegar: han perdido la vida en el mar, víctimas de un viaje inhumano y sometidos a las vejaciones de verdugos infames. […]

Todo esto sólo se puede hacer juntos: juntos se pueden y se deben buscar soluciones dignas del hombre a la compleja cuestión de los refugiados. Y para ello es también indispensable la aportación de las Iglesias y Comunidades religiosas. Mi presencia aquí, junto con el Patriarca Bartolomé y el Arzobispo Hieronymos, es un testimonio de nuestra voluntad de seguir cooperando para que este desafío crucial se convierta en una ocasión, no de confrontación, sino de crecimiento de la civilización del amor.

Archive

VISITA DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LESBOS (GRECIA) VISITA A LOS REFUGIADOS DISCURSOS DE SU BEATITUD IERONYMOS, ARZOBISPO DE ATENAS Y DE TODA GRECIA, DE SU SANTIDAD BARTOLOMÉ, PATRIARCA ECUMÉNICO DE CONSTANTINOPLA Y DEL SANTO PADRE FRANCISCO

SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO

[…] Dios creó la humanidad para ser una familia; cuando uno de nuestros hermanos y hermanas sufre, todos estamos afectados. Todos sabemos por experiencia con qué facilidad algunos ignoran los sufrimientos de los demás o, incluso, llegan a aprovecharse de su vulnerabilidad. Pero también somos conscientes de que estas crisis pueden despertar lo mejor de nosotros. Lo habéis comprobado con vosotros mismos y con el pueblo griego, que ha respondido generosamente a vuestras necesidades a pesar de sus propias dificultades. También lo habéis visto en muchas personas, especialmente en los jóvenes provenientes de toda Europa y del mundo que han venido para ayudaros. Sí, todavía queda mucho por hacer. Pero demos gracias a Dios porque nunca nos deja solos en nuestro sufrimiento. Siempre hay alguien que puede extender la mano para ayudarnos. […]

Archive

PAPA FRANCISCO AUDIENCIA GENERAL

INVITACIÓN A LA ORACIÓN PARA LA VISITA A LESBO

El próximo sábado iré a la isla de Lesbos, donde en los últimos meses han pasado muchos refugiados. Junto con mis hermanos, iré con el Patriarca de Constantinopla Bartolomé y el Arzobispo de Atenas y toda Grecia Hieronymos, para expresar cercanía y solidaridad tanto a los refugiados como a los ciudadanos de Lesbos y a todos los griegos tan generosos en hospitalidad. Te pido, por favor, que me acompañes con la oración, invocando la luz y el poder del Espíritu Santo y la intercesión materna de la Virgen María. […]

Archive

PAPA FRANCISCO REGINA COELI

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

[…] Desde entonces, estos mismos sentimientos animan a la Iglesia, la Comunidad del Resucitado. ¡Todos nosotros somos la comunidad del Resucitado! Si a una mirada superficial puede parecer, en algunas ocasiones, que el poder lo tienen las tinieblas del mal y el cansancio de la vida cotidiana, la Iglesia sabe con certeza que en quienes siguen al Señor Jesús resplandece ya imperecedera la luz de la Pascua. El gran anuncio de la Resurrección infunde en el corazón de los creyentes una íntima alegría y una esperanza invencibles. ¡Cristo ha verdaderamente resucitado! También hoy la Iglesia sigue haciendo resonar este anuncio gozoso: la alegría y la esperanza siguen reflejándose en los corazones, en los rostros, en los gestos, en las palabras. Todos nosotros cristianos estamos llamados a comunicar este mensaje de resurrección a quienes encontramos, especialmente a quien sufre, a quien está solo, a quien se encuentra en condiciones precarias, a los enfermos, los refugiados, los marginados. A todos hagamos llegar un rayo de la luz de Cristo resucitado, un signo de su poder misericordioso.. […]

Archive

MENSAJE URBI ET ORBI DEL SANTO PADRE FRANCISCO PASCUA 2016

[…] El Cristo resucitado, anuncio de vida para toda la humanidad que reverbera a través de los siglos, nos invita a no olvidar a los hombres y las mujeres en camino para buscar un futuro mejor. Son una muchedumbre cada vez más grande de emigrantes y refugiados —incluyendo muchos niños— que huyen de la guerra, el hambre, la pobreza y la injusticia social. Estos hermanos y hermanas nuestros, encuentran demasiado a menudo en su recorrido la muerte o, en todo caso, el rechazo de quien podrían ofrecerlos hospitalidad y ayuda. Que la cita de la próxima Cumbre Mundial Humanitaria no deje de poner en el centro a la persona humana, con su dignidad, y desarrollar políticas capaces de asistir y proteger a las víctimas de conflictos y otras situaciones de emergencia, especialmente a los más vulnerables y los que son perseguidos por motivos étnicos y religiosos. […]

Archive

OFICINA PARA LAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS DEL SUMO PONTÍFICE VIERNES SANTO PASIÓN DEL SEÑOR VÍA CRUCIS PRESIDIDO POR EL SANTO PADRE FRANCISCO COLISEO ROMA

[…] Estamos instintivamente inclinados a huir del sufrimiento, porque el sufrimiento causa disgusto. Cuántas caras desfiguradas por las aflicciones de la vida vienen a nuestro encuentro y con demasiada frecuencia volteamos nuestra mirada hacia el otro lado. ¿Cómo no podemos ver el rostro del Señor en el de los millones de refugiados, refugiados y personas desplazadas que huyen desesperadamente del horror de guerras, persecuciones y dictaduras? Para cada uno de ellos, con su rostro irrepetible, Dios siempre se manifiesta como un rescatador valiente. Como Veronica, la mujer sin rostro que amorosamente secó el rostro de Jesús. […]

Archive

CELEBRACIÓN DEL DOMINGO DE RAMOS Y DE LA PASIÓN DEL SEÑOR HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

[…]Pero esto es solamente el inicio. La humillación de Jesús llega al extremo en la Pasión: es vendido por treinta monedas y traicionado por un beso de un discípulo que él había elegido y llamado amigo. Casi todos los otros huyen y lo abandonan; Pedro lo niega tres veces en el patio del templo. Humillado en el espíritu con burlas, insultos y salivazos; sufre en el cuerpo violencias atroces, los golpes, los latigazos y la corona de espinas desfiguran su aspecto haciéndolo irreconocible. Sufre también la infamia y la condena inicua de las autoridades, religiosas y políticas: es hecho pecado y reconocido injusto. Pilato lo envía posteriormente a Herodes, y este lo devuelve al gobernador romano; mientras le es negada toda justicia, Jesús experimenta en su propia piel también la indiferencia, pues nadie quiere asumirse la responsabilidad de su destino. Pienso ahora en tanta gente, en tantos inmigrantes, en tantos prófugos, en tantos refugiados, en aquellos de los cuales muchos no quieren asumirse la responsabilidad de su destino. El gentío que apenas unos días antes lo aclamaba, transforma las alabanzas en un grito de acusación, prefiriendo incluso que en lugar de él sea liberado un homicida. Llega de este modo a la muerte en cruz, dolorosa e infamante, reservada a los traidores, a los esclavos y a los peores criminales. La soledad, la difamación y el dolor no son todavía el culmen de su anonadamiento. Para ser en todo solidario con nosotros, experimenta también en la cruz el misterioso abandono del Padre. Sin embargo, en el abandono, ora y confía: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu» (Lc 23,46). Suspendido en el patíbulo, además del escarnio, afronta la última tentación: la provocación a bajar de la cruz, a vencer el mal con la fuerza, y a mostrar el rostro de un Dios potente e invencible. Jesús en cambio, precisamente aquí, en el culmen del anonadamiento, revela el rostro auténtico de Dios, que es misericordia. Perdona a sus verdugos, abre las puertas del paraíso al ladrón arrepentido y toca el corazón del centurión. Si el misterio del mal es abismal, infinita es la realidad del Amor que lo ha atravesado, llegando hasta el sepulcro y los infiernos, asumiendo todo nuestro dolor para redimirlo, llevando luz donde hay tinieblas, vida donde hay muerte, amor donde hay odio. […]

Archive

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL AMORIS LÆTITIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS OBISPOS PARA LOS PRESBYTERS Y LOS DIÁCONOS A PERSONAS CONSAGRADAS A CHRISTIAN SPOSI Y PARA TODO EL CÉSPED FIEL EN AMOR EN LA FAMILIA

[…] 30. Frente a cada familia se presenta el icono de la familia de Nazaret, con su vida cotidiana 21 hecha de trabajos e incluso pesadillas, como cuando tuvo que sufrir la violencia incomprensible de Herodes, una experiencia que se repite trágicamente incluso hoy en muchas familias de refugiados rechazadas y desarmadas. […]

46. ​​Las migraciones «representan otro signo de los tiempos que debemos afrontar y comprender con toda la carga de las consecuencias sobre la vida familiar» .30 El último Sínodo le ha dado gran importancia a este problema, afirmando que «toca, de diferentes maneras, todo poblaciones, en diferentes partes del mundo. La Iglesia ha jugado un papel importante en este campo. La necesidad de mantener y desarrollar este testimonio evangélico (Mt. Mt. 25:35) aparece hoy con más urgencia que nunca. […] La movilidad humana, que corresponde al movimiento histórico natural de los pueblos, puede llegar a ser un verdadero tesoro tanto para la familia que emigra como para el país de acogida. Otra cosa es la migración forzada de familias, resultado de situaciones de guerra, persecución, pobreza, injusticia, marcadas por las aventuras de un viaje que a menudo pone en peligro la vida, traumatiza a las personas y desestabiliza a las familias. El acompañamiento de los migrantes requiere un cuidado pastoral específico dirigido a las familias migrantes, pero también a los miembros de las familias que han permanecido en sus lugares de origen.

47. […] Me gustaría hacer hincapié en que la atención dedicada tanto a los inmigrantes como a las personas con discapacidad es un signo del Espíritu. De hecho, ambas situaciones son paradigmáticas: ponen en particular la forma en que vivimos hoy la lógica de la aceptación misericordiosa y la integración de las personas frágiles. […]

Archive

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS PARTICIPANTES EN UN ENCUENTRO ORGANIZADO POR EL HARVARD WORLD MODEL UNITED NATIONS

Queridos amigos, ¡buenos días!
[…] Los temas y las problemáticas que habéis tratado no están privadas de un rostro. En efecto, cada uno de vosotros puede describir las esperanzas y los sueños, los desafíos y los sufrimientos que caracterizan a la gente de vuestro país. En estos días aprenderéis mucho los unos de los otros y os recordaréis mutuamente que, detrás de cada dificultad que el mundo afronta, hay hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, personas como vosotros. Hay familias e individuos que viven cada día luchando, que tratan de cuidar a sus hijos y de darles a ellos lo necesario no sólo para el futuro, sino también para las necesidades elementales de hoy. Así también, muchos de los que son golpeados por los problemas más graves del mundo actual, por la violencia y por la intolerancia, se han convertido en refugiados, trágicamente obligados a abandonar sus casas, privados de su tierra y de su libertad. […]

Espero también que vuestra experiencia os haya conducido a ver el compromiso de la Iglesia católica en el servicio a las necesidades de los pobres y de los refugiados, en apoyar a las familias y a las comunidades y en proteger la inalienable dignidad y los derechos de cada miembro de la familia humana. Nosotros, los cristianos, creemos que Jesús nos llama a servir a nuestros hermanos y hermanas, a hacernos cargo de los demás, prescindiendo de su proveniencia y de las circunstancias. Sin embargo, esto no es sólo un distintivo de los cristianos, sino que es una llamada universal, enraizada en nuestra humanidad común, es algo que tenemos como personas, que tenemos dentro como personas humanas. […]

Archive

PAPA FRANCESCO UDIENZA GENERALE

[…] También nosotros podemos vivir a veces algún tipo de exilio, cuando la soledad, el sufrimiento, la muerte, nos hace pensar que hemos sido abandonados por Dios. Cuántas veces hemos escuchado estas palabras: «Dios se ha olvidado de mí». Son personas que sufren y se sienten abandonadas. Y ¡cuántos de nuestros hermanos están viviendo en este tiempo una real y dramática situación de exilio, lejos de su tierra natal, con los ojos todavía entre los escombros de sus casas, en el corazón el miedo y, a menudo, por desgracia, el dolor por la pérdida de seres queridos ! En estos casos uno puede preguntarse: ¿dónde está Dios? ¿Cómo es posible que tanto sufrimiento pueda golpear a hombres, mujeres y niños inocentes? Y cuando tratan de entrar en algún otro lugar les cierran la puerta. Están ahí, en la frontera debido a que muchas puertas y muchos corazones están cerrados. Los migrantes de hoy que sufren el frío, sin comida y que no pueden entrar, no se sienten acogidos. ¡Me encanta ver a las naciones, los gobernantes que abren el corazón y abren las puertas! […]