Archive

ENCUENTRO DE LOS JÓVENES CON EL PAPA Y LOS PADRES SINODALES DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO

[…] Y después, concreción también en la acogida. Muchos de vuestros ejemplos, que habéis dicho hoy, son sobre la acogida. Michel ha hecho esta pregunta: «¿Cómo vencer la mentalidad cada vez más difusa que ve en el extranjero, en el diferente, en el migrante, un peligro, el mal, el enemigo a echar?». Esta es la mentalidad de la explotación de la gente, de hacer esclavos a los más débiles. Es cerrar no solo las puestas, es cerrar las manos. Y hoy están un poco de moda los populismos, que no tienen nada que ver con lo que es popular. Popular es la cultura del pueblo, la cultura de cada uno de vuestros pueblos que se expresa en el arte, se expresa en la cultura, se expresa en la ciencia del pueblo, se expresa en la fiesta. Cada pueblo hace fiesta a su manera. Esto es popular. Pero el populismo es lo contrario: es el cierre de esto en un modelo. Somos cerrados, somos nosotros solos. Y cuando somos cerrados no se puede ir adelante. Estad atentos. Es la mentalidad que ha dicho Michel: «¿Como Cómo vencer la mentalidad cada vez más difusa que ve en el extranjero, en el diferente, en el migrante, un peligro, el mal, el enemigo a echar?». Se vence con el abrazo, con la acogida, con el diálogo, con el amor, que es la palabra que abre todas las puertas. […]

Archive

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL POLICÍA DE ESTADO

[…] Cuando faltan la legalidad y la seguridad, los más débiles son los primeros perjudicados, porque tienen menos medios para defenderse y mantenerse por sí mismos. En efecto, toda injusticia afecta sobre todo a los más pobres, y a todos aquellos que de diversas maneras pueden llamarse “los últimos”. Los últimos en nuestro mundo son aquellos que abandonan sus tierras debido a la guerra y la miseria y deben comenzar desde cero en un contexto completamente nuevo; los últimos son aquellos que han perdido sus hogares y trabajos, y no pueden mantener a sus familias; los últimos son los que viven marginados y enfermos, o son víctimas de injusticias y abusos. A todos ellos os acercáis cuando intentáis prevenir los delitos y trabajáis para combatir el bullying y el fraude; cuando dedicáis vuestro tiempo y energías a la formación de los jóvenes y a la vigilancia de las escuelas, a la protección del territorio y del patrimonio artístico, a la organización de congresos y a la formación de una ciudadanía más activa y consciente. […]

Archive

«URBI ET ORBI» MESSAGE OF HIS HOLINESS POPE FRANCIS CHRISTMAS 2018

[…] We see Jesus in the many children forced to leave their countries to travel alone in inhuman conditions and who become an easy target for human traffickers. Through their eyes we see the drama of all those forced to emigrate and risk their lives to face exhausting journeys that end at times in tragedy.

I see Jesus again in the children I met during my recent visit to Myanmar and Bangladesh, and it is my hope that the international community will not cease to work to ensure that the dignity of the minority groups present in the region is adequately protected. Jesus knows well the pain of not being welcomed and how hard it is not to have a place to lay one’s head. May our hearts not be closed as they were in the homes of Bethlehem. […]

Archive

VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO A LITUANIA, LETONIA Y ESTONIA [22-25 DE SEPTIEMBRE DE 2018] ENCUENTRO ECUMÉNICO CON LOS JÓVENES DISCURSO DEL SANTO PADRE

[…] Entonces sí, volvemos a decir: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mt 11,28). Pero lo decimos convencidos de que más allá de nuestros límites, de nuestras divisiones, Jesús sigue siendo la razón de ser para estar aquí. Sabemos que no hay alivio más grande que dejar que Jesús lleve nuestros agobios. También sabemos que hay muchos que todavía no lo conocen y viven en la tristeza y el desconcierto. Una famosa cantante vuestra, hace unos diez años decía en una de sus canciones: «El amor ha muerto, el amor se ha ido, el amor ya no vive aquí» (Kerli Kõiv, El amor ha muerto). ¡No, por favor! Hagamos que el amor esté vivo, y todos nosotros debemos hacer esto. Y son tantos los que hacen esa experiencia: ven que se termina el amor de sus padres, se disuelve el amor de pareja apenas casados, experimentan el desamor cuando a nadie le importa que tengan que emigrar a buscar trabajo o se los mire de reojo por ser extranjeros. Pareciera que el amor ha muerto, como decía Kerli Kõiv, pero nosotros sabemos que no, y tenemos una palabra que decir, algo que anunciar, con pocos discursos y muchos gestos. Porque vosotros sois la generación de la imagen, la generación de la acción sobre la especulación, la teoría.[…]

Archive

VIAJE APOSTÓLICO DEL SANTO PADRE EN LITUANIA, LETONIA Y ESTONIA [22-25 DE SEPTIEMBRE DE 2018] ENCUENTRO DEL SANTO PADRE FRANCIS CON LOS JESUITAS NUNCIATURA

[…] Quiero decirles esto: decimos que Jesús descendió al inframundo, y le aconsejo que no tenga miedo de descender al inframundo de las personas. A veces, esto incluso significa entrar en el campo del diablo. Pero los sufrimientos humanos, sociales y de conciencia … tenemos que bajar al inframundo, tenemos que bajar allí. Toca las llagas. Y tocando las heridas de la gente, tocas las heridas de Cristo. El jesuita no debe tener miedo de esto. Es una gracia que se recibe de la mano del Señor. Y estas heridas no solo se han abierto en Vilnius y en el pasado. Lo mismo ocurre hoy en muchas situaciones sociopolíticas en el mundo. Estoy pensando en un video que da testimonio de la situación de algunas prisiones del norte de África construidas por traficantes de personas. Cuando los gobiernos devuelven a los que lograron salvarse, los traficantes los meten en esas cárceles, donde se practican las torturas más horribles. Por eso es importante que hable sobre su experiencia de cautiverio. La gente debe saber lo que eso significa. Es bueno que lo hables. Hoy estamos desgarrándonos por lo que han hecho los comunistas, los nazis y los fascistas … ¿pero hoy? ¿No sucede hoy? Por supuesto, se hace con guantes blancos y de seda! Cuando Ignazio nos ofrece la tercera semana, hay algo que parece demasiado voluntario, pero no lo es: es solo muy humano. Ya sabes, San Ignacio nos pide que intentemos sentir dolor, que lloremos por Cristo que sufre la pasión. Esto no es pelagianismo, no! Ignacio sabía la resistencia que tenemos para poner los dolores de los demás dentro de nuestros corazones. Por eso nos pide que lo intentemos. Por eso es importante meditar en la pasión del Señor. Debo hacerte una confianza. Siempre llevo este Via Crucis de bolsillo conmigo para recordar la pasión del Señor [y sacarlo de mi bolsillo]. Es la pasión de tantas personas que hoy están encarceladas, torturadas. Es bueno para mí meditar en la Vía Crucis. Gracias papa ¡Gracias por tu testimonio! […] […] Gracias! ¡Gracias por venir a visitarme y gracias por lo que hacen por la Iglesia! Orar! Recomiendo dos lecturas, como hago a menudo con los jesuitas. Lea el discurso pronunciado por Pablo VI el 3 de diciembre de 1974 a los padres reunidos en la XXXII Congregación General. Para mí es lo más bonito que un papa ha dicho a los jesuitas. Es una joya. Tómalo, medita en ello. Y también le recomiendo que lea lo último que dijo el padre Arrupe, que es el discurso a los jesuitas que trabajaron en los campos de refugiados en Tailandia. Era su «canción de cisne». Luego, durante el vuelo de regreso a Roma, fue golpeado por un golpe. Y el discurso que había dirigido a los jesuitas que trabajaban con los refugiados fue para nunca descuidar la oración. Lea estos dos documentos. Esto es más sustancial y más hermoso de lo que podría decirte. Ruega por mi Gracias! Ahora oremos juntos la Virgen, Regina Societatis Iesu … […]

Archive

VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD EL PAPA FRANCISCO A LITUANIA, LETONIA Y ESTONIA [22-25 DE SEPTIEMBRE DE 2018] ENCUENTRO CON LAS AUTORIDADES, LA SOCIEDAD CIVIL Y EL CUERPO DIPLOMÁTICO DISCURSO DEL SANTO PADRE

[…] Durante su historia, Lituania supo hospedar, acoger y recibir pueblos de diversas etnias y religiones. Todos han encontrado en estas tierras un lugar para vivir: lituanos, tártaros, polacos, rusos, bielorrusos, ucranianos, armenios, alemanes…; católicos, ortodoxos, protestantes, viejos creyentes, musulmanes, judíos…; han vivido juntos y en paz hasta que llegaron las ideologías totalitarias que quebraron la capacidad de albergar y armonizar las diferencias sembrando violencia y desconfianza. Extraer fuerzas del pasado es recuperar la raíz y mantener siempre vivo lo más auténtico y original que vive en vosotros y que os ha permitido crecer y no su

Archive

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A SACERDOTES Y MIEMBROS DE LA CURIA DE LA ARCHIDIÓCESIS DE VALENCIA

[…] En este momento, deseo agradeceros todo lo que hacen en esa Archidiócesis en favor de los más necesitados, en particular por la generosidad y grandeza de corazón en la acogida a los inmigrantes. Yo saltaba de alegría cuando vi cómo recibieron ese barco… Todos ellos encuentran en ustedes una mano amiga y un lugar donde poder experimentar la cercanía y el amor. Gracias por este ejemplo y testimonio que dan, muchas veces con escasez de medios y de ayudas, pero siempre con el mayor de los precios, que no es el reconocimiento de los poderosos ni de la opinión pública, sino la sonrisa de gratitud en el rostro de tantas personas a las que les han devuelto la esperanza. […]

Archive

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS PARTICIPANTES EN LA CONFERENCIA MUNDIAL SOBRE «XENOFOBIA, RACISMO Y NACIONALISMO POPULISTA, EN EL CONTEXTO DE LAS MIGRACIONES MUNDIALES»

Sr. Cardenal, venerables hermanos en el episcopado y en el sacerdocio, queridos hermanos y hermanas: Me complace recibiros con motivo de la Conferencia Mundial sobre el tema Xenofobia, racismo y nacionalismo populista en el contexto de las migraciones mundiales (Roma, 18-20 de septiembre de 2018). Saludo cordialmente a los representantes de las instituciones de las Naciones Unidas, del Consejo de Europa, de las Iglesias cristianas, en particular del Consejo Ecuménico de Iglesias y de otras religiones. Doy las gracias al cardenal Peter Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, por las amables palabras que me ha dirigido en nombre de todos los participantes. Vivimos tiempos en los que parecen reavivarse y difundirse sentimientos que muchos consideraban superados. Sentimientos de sospecha, de miedo, desprecio y hasta de odio frente a individuos o grupos considerados diferentes a causa de su origen étnico, nacional o religioso y, como tales, no considerados lo suficientemente dignos de participar plenamente en la sociedad. Estos sentimientos, con demasiada frecuencia, inspiran propios y verdaderos actos de intolerancia, discriminación o exclusión, que dañan gravemente la dignidad de las personas involucradas y sus derechos fundamentales, incluido el mismo derecho a la vida y a la integridad física y moral. Desafortunadamente, también sucede que en el mundo de la política se ceda a la tentación de explotar los temores o las dificultades objetivas de algunos grupos y de usar promesas ilusorias para intereses electorales miopes. La gravedad de estos fenómenos no puede dejarnos indiferentes. Todos estamos llamados, en nuestras respectivas funciones, a cultivar y promover el respeto de la dignidad inherente a toda persona humana, empezando por la familia —el lugar en el que se aprenden desde muy temprana edad los valores de compartir, de la hospitalidad, de la hermandad y solidaridad—, pero también en los diversos contextos sociales en los que operamos. Antes que nada, pienso en los formadores y educadores, a quienes se les pide que renueven su compromiso para que en la escuela, en la universidad y otros lugares de formación se enseñe el respeto de cada persona humana, aun en las diferencias físicas y culturales que la caracterizan, superando los prejuicios. En un mundo en el que el acceso a los instrumentos de información y comunicación está cada vez más extendido, una responsabilidad particular recae sobre aquellos que trabajan en el mundo de las comunicaciones sociales, que tienen el deber de ponerse al servicio de la verdad y difundir la información preocupándose de favorecer la cultura del encuentro y la apertura hacia el otro, en el respeto mutuo por la diversidad. Además, los que se benefician económicamente del clima de desconfianza ante los extranjeros, en el que la irregularidad y la ilegalidad de su estancia fomenta y alimenta un sistema de precariedad y de explotación —a veces hasta un nivel que comporta verdaderas formas de esclavitud—, deben hacer un profundo examen de conciencia, sabiendo que algún día tendrán que dar cuenta a Dios de las decisiones que han tomado. Ante la proliferación de nuevas formas de xenofobia y racismo, también los líderes de todas las religiones tienen una importante misión: difundir entre sus fieles los principios y valores éticos grabados por Dios en el corazón humano, conocidos como ley moral natural. Se trata de cumplir e inspirar acciones que ayuden a construir sociedades basadas en el principio de la sacralidad de la vida humana y del respeto por la dignidad de cada persona, en la caridad, la fraternidad —que va mucho más allá de la tolerancia— y en la solidaridad. En particular, que las Iglesias cristianas sean testigos humildes e industriosos del amor de Cristo. En efecto, para los cristianos, las responsabilidades morales mencionadas anteriormente asumen un significado aún más profundo a la luz de la fe. El origen común y el vínculo singular con el Creador hacen a todas las personas miembros de una única familia, hermanos y hermanas, creados a imagen y semejanza de Dios, como enseña la Revelación bíblica. La dignidad de todos los hombres, la unidad fundamental del género humano y la llamada a vivir como hermanos, se confirman y refuerzan aún más en la medida en que se acoge la Buena Nueva, de que todos son igualmente salvos y reunidos por Cristo, hasta el punto que —como dice San Pablo— «no hay judío o griego; no hay esclavos ni libres; no hay hombre y mujer, porque todos [… somos] uno en Cristo Jesús» (Gal 3, 28). En esta perspectiva, el otro no es solo un ser que debe ser respetado en virtud de su dignidad intrínseca, sino sobre todo un hermano o hermana para ser amado. En Cristo, la tolerancia se transforma en amor fraternal, ternura y solidaridad operativa. Esto es especialmente cierto en el caso de los más pequeños de nuestros hermanos, entre los que podemos reconocer al extranjero, al forastero, con quien se identificó el mismo Jesús. En el día del juicio universal, el Señor nos recordará: «Fui forastero y no me recibiste» (Mt 25, 43). Pero ya hoy nos interpela: «Soy extranjero, ¿no me reconocéis?». Y cuando Jesús dijo a los Doce: «No sea así entre vosotros» (Mt 20, 26), no se refería solamente al dominio de los líderes de las naciones por cuanto respecta al poder político, sino a todo el ser cristiano. De hecho, ser cristiano es un llamado a ir a contracorriente, a reconocer, acoger y servir a Cristo mismo descartado en los hermanos. Consciente de las muchas expresiones de cercanía, acogida e integración hacia los extranjeros ya existentes, espero que de la reunión que acaba de concluir surjan muchas otras iniciativas de colaboración para que juntos podamos construir sociedades más justas y solidarias. Encomiendo a cada uno de vosotros y a vuestras familias a la intercesión de María Santísima, Madre de la ternura, y os imparto de corazón la bendición apostólica a vosotros y a todos vuestros seres queridos

Archive

VIDEOMENSAJE DEL PAPA FRANCISCO CON OCASIÓN DEL V ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL HISPANA / LATINA

Queridos hermanos Obispos y delegados al Quinto Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina: Me alegra tener la oportunidad de hablarles en esta ocasión. Es un hecho histórico para la Iglesia en los Estados Unidos. A través de este V Encuentro, ustedes buscan crear una cultura del encuentro que suscite la esperanza: encontrarse, diversas culturas, diversos modos de vivir, de pensar, de sentir se encuentran y se camina en esperanza. Se han propuesto lograr una manera distinta de ser y de relacionarse, que aliente a cada persona y a cada grupo a compartir la riqueza de sus tradiciones, la riqueza de sus experiencias, a derribar muros, a construir puentes. Veo que el V Encuentro es una manera concreta de la Iglesia en los Estados Unidos para responder al desafío de “salir” de cualquier tipo de comodidad, de instalación y convertirse en fermento de comunión con todos los que buscan un futuro de esperanza, especialmente con los jóvenes y con las familias que viven en las periferias de la sociedad. […] […] Sé que el proceso de este V Encuentro confortó a muchos inmigrantes que viven en situaciones de temor y de incertidumbre. El V Encuentro les ha brindado un mayor sentido de comunidad, amistad, apoyo. También ha sido un instrumento de gracia que condujo a la conversión de corazón de muchas personas y, sobre todo, a la conversión pastoral de situaciones y a la conversión pastoral de las Iglesias particulares, de las parroquias, de los colegios, de cualquier tipo de encuentro eclesial. La conversión pastoral a través del encuentro, por supuesto, en la adoración de Jesucristo. Espero que este V Encuentro siga dando frutos. Y que la Iglesia, en todos sus ámbitos, siga acompañando este proceso con la propia reflexión, con el propio discernimiento pastoral después que se realice el Encuentro nacional. O sea, que sigan las Iglesias particulares acompañando todo este proceso. De manera particular, les pido que consideren de qué manera sus Iglesias particulares pueden responder mejor a la creciente presencia, a los dones y al potencial de la juventud y de las familias hispanas y de otras culturas. […]

Archive

PAPA FRANCISCO ÁNGELUS

Después el Angelus […] Hoy, dos días después de la Fiesta de la Santa Cruz, pensé en regalaros a vosotros, que estáis en la plaza, un crucifijo: He aquí [lo muestra]. El crucifijo es el signo del amor de Dios, que en Jesús dio la vida por nosotros. Os invito a acoger este don y a llevarlo a vuestros hogares, a los cuartos de sus hijos, o de los abuelos… En cualquier parte, pero que se vea en la casa. No es un objeto de decoración, es un signo religioso para contemplarlo y rezar. Mirando a Jesús crucificado, miramos nuestra salvación. No se paga nada, ¡si alguien os dice que debéis pagarlo es un listo! ¡No, nada! Esto es un regalo del Papa. Agradezco a las religiosas, a los pobres y a los refugiados que ahora distribuirán este don, pequeño, pero valioso. Como siempre, la fe viene desde los pequeños, de los humildes. […]