24 abril 2017 | Mensaje

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LA PROFESORA MARGARET ARCHER, PRESIDENTA DE LA ACADEMIA PONTIFICIA DE CIENCIAS SOCIALES, CON MOTIVO DE LA SESIÓN PLENARIA

[…] A pesar de que vivimos en un mundo donde la riqueza es abundante, muchas personas siguen siendo víctimas de la pobreza y de la exclusión social. Las disparidades —junto con las guerras de dominación y el cambio climático— son las causas de la mayor migración forzosa de la historia, que afecta a más de 65 millones de seres humanos. Pensemos también en la creciente tragedia de las nuevas esclavitudes en las formas de trabajo forzado, de prostitución, de tráfico de órganos, que son verdaderos crímenes contra la humanidad. Es alarmante y sintomático que hoy el cuerpo humano se compre y se venda, como si fuera una mercancía. Hace casi cien años, el Papa Pío XI preveía la afirmación de estas desigualdades e inequidades como resultado de una dictadura económica mundial a la que llamó “imperialismo internacional del dinero” (Enc. Quadragesimo Anno, 15 de mayo de 1931, 109). Y fue Pablo VI quien denunció, casi cincuenta años después, la “forma nueva y abusiva de dominio económico en el ámbito social, cultural e incluso político” (Carta. Ap. Octogesima Adveniens, 14 de mayo, 1971, 44). […]

El siglo XV fue el siglo del primer Humanismo; a principios del siglo XXI se advierte cada vez más fuerte la necesidad de un nuevo humanismo. Entonces fue la transición del feudalismo a la sociedad moderna el motor decisivo del cambio. Hoy, es un pasaje de época igualmente radical: de la sociedad moderna a la posmoderna. El aumento endémico de las desigualdades sociales, el tema de la migración, los conflictos de identidad, las nuevas formas de esclavitud, la cuestión ambiental, los problemas de biopolítica y de bioderecho son sólo algunas de las cuestiones que hablan del malestar de hoy. Frente a estos desafíos, la mera actualización de las viejas categorías de pensamiento o el recurso a técnicas sofisticadas de decisión colectiva no son suficientes; es necesario buscar nuevos caminos inspirados en el mensaje de Cristo. […]