[…] También pienso en los miembros de vuestra comunidad que todavía están en manos de terroristas: espero vivamente que se haga todo lo posible para salvarlos; así como para encontrar a los desaparecidos y para dar identidad y digna sepultura a los que han sido asesinados. La comunidad internacional no puede ser una espectadora muda e inerte frente a vuestro drama. Aliento, por lo tanto, a las instituciones y a las personas de buena voluntad pertenecientes a otras comunidades a contribuir a la reconstrucción de vuestros hogares y lugares de culto. ¡Que no falten esfuerzos concretos para crear las condiciones adecuadas para el retorno de los refugiados a sus hogares y para preservar la identidad de la comunidad yazidí. Que Dios nos ayude a construir juntos un mundo donde se pueda vivir en paz y fraternidad […]