15 octubre 2018 | Discurso del Santo Padre, Discursos

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS PEREGRINOS DE EL SALVADOR CON OCASIÓN DE LA CANONIZACIÓN DE MONSEÑOR ROMERO

Aula Pablo VI

[…] ambién desde aquí envío mi saludo a todo el Pueblo santo de Dios que peregrina en El Salvador y hoy vibra por el gozo de ver a uno de sus hijos en el honor de los altares. Sus gentes tienen fe viva que expresan en diferentes formas de religiosidad popular y que conforma su vida social y familiar: la fe del Santo Pueblo fiel de Dios. A los sacerdotes, a los obispos les pido: «Cuiden al Santo Pueblo fiel de Dios, no lo escandalicen, cuídenlo». Y no han faltado las dificultades, el flagelo de la división, el flagelo de la guerra; la violencia se ha sentido con fuerza en su historia reciente, pero ese pueblo resiste y va adelante. No son pocos los salvadoreños que han tenido que abandonar su tierra buscando un futuro mejor. El recuerdo de san Óscar Romero es una oportunidad excepcional para lanzar un mensaje de paz y de reconciliación a todos los pueblos de Latinoamérica. El pueblo lo quería a mons. Romero, el Pueblo de Dios lo quería. Y ¿saben por qué? Porque el Pueblo de Dios sabe olfatear bien dónde hay santidad. Y acá entre ustedes, yo tendría para agradecer a tanta gente, a todo el pueblo que lo ha acompañado, que lo ha seguido, que estuvo cerca de él. Pero, ¿cómo hago para agradecer? Así que elegí a una persona, una persona que estuvo muy cerca de él, y lo acompañó y lo siguió; una persona muy humilde del pueblo: Angelita Morales. En ella pongo la representación del Pueblo de Dios. Yo le pediría a Angelita si puede venir [aplausos y cantos mientras se acerca la Sra. Morales]. […]