[…] Y no puedo dejar de mencionar a los migrantes y refugiados que llegan a los principales aeropuertos con la esperanza de poder buscar asilo o encontrar un refugio, o que están bloqueados en tránsito. Siempre invito a las Iglesias locales a que las respeten, incluso si es una responsabilidad directa de las autoridades civiles. También es parte de su cuidado pastoral asegurar que su dignidad humana esté siempre protegida y sus derechos protegidos, respetando la dignidad y las creencias de todos. Las obras de caridad hacia ellos son un testimonio de la cercanía de Dios a todos sus hijos. […]