10 noviembre 2018 | Discurso del Santo Padre, Discursos

DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LA PLENARIA DEL COMITÉ PONTIFICIO PARA LOS CONGRESOS EUCARÍSTICOS INTERNACIONALES

Sala del Consistorio

[…] La segunda actitud es la del servicio. La comunidad eucarística, participando en el destino de Jesús Siervo, se convierte en “servidora”: al comer el “cuerpo entregado” se transforma en un “cuerpo ofrecido por las multitudes”. Volviendo constantemente a la “habitación superior” (cf. Hch 1,13), vientre que da a luz a la Iglesia, donde Jesús lavó los pies a sus discípulos, los cristianos sirven a la causa del Evangelio entrando en los lugares de la debilidad y de la cruz para compartir y sanar. Hay muchas situaciones en la Iglesia y en la sociedad sobre las que se debe derramar el bálsamo de la misericordia con las obras espirituales y corporales: son familias con dificultades, jóvenes y adultos sin trabajo, ancianos y enfermos solos, migrantes marcados por la fatiga y la violencia —y rechazados—, como también otros tipos de pobreza. En estos lugares de la humanidad herida, los cristianos celebran el memorial de la cruz y hacen vivo y presente el Evangelio del Siervo Jesús que se entregó por amor. Así, los bautizados siembran una cultura eucarística haciéndose servidores de los pobres, no en nombre de una ideología, sino del Evangelio mismo, que se convierte en la regla de vida de cada persona y de las comunidades, como lo atestigua el conjunto ininterrumpido de santos y santas de la caridad. […]