6 noviembre 2015 | Discurso del Santo Padre, Discursos

DIRECCIÓN DEL SANTO PADRE FRANCIS A LOS PARTICIPANTES EN LA CONFERENCIA DE CENTROS DE ASISTENCIA DE VIDA

Sala Regia

Queridos hermanos y hermanas del Movimiento por la Vida!

[…] Te agradezco por el bien que has hecho y has hecho con tanto amor, y te animo a que continúes con confianza en este camino, ¡y sigas siendo buenos samaritanos! No se cansa de trabajar para proteger a las personas más indefensas, que tienen derecho a nacer en la vida, así como a aquellos que exigen una existencia más sana y digna. En particular, existe la necesidad de trabajar, en diferentes niveles y con perseverancia, en la promoción y defensa de la familia, el primer recurso de la sociedad, especialmente en referencia al don de los niños y la afirmación de la dignidad de las mujeres. En este sentido, me gustaría enfatizar que en su actividad, siempre ha dado la bienvenida a todos, independientemente de su religión y nacionalidad. El número significativo de mujeres, especialmente inmigrantes, que recurren a sus centros muestra que cuando se ofrece apoyo concreto, la mujer, a pesar de los problemas y las limitaciones, puede hacer que el sentido del amor, de la vida y de la vida triunfe dentro de ella. de la maternidad.[…]