30 septiembre 2017 | Discurso del Santo Padre, Discursos

DIRECCIÓN DEL SANTO PADRE FRANCIS A LOS MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN MUNICIPAL NACIONAL ITALIANA (ANCI)

Sala Clementina

[…] Porque la ciudad es un organismo vivo, un gran cuerpo animado donde, si una parte exhala, también es porque no recibe suficiente oxígeno de los demás. Estoy pensando en las realidades en las que falta la disponibilidad y la calidad de los servicios, y se forman nuevos focos de pobreza y marginación. Es allí donde la ciudad se mueve en dos carriles: por un lado, la carretera de los que corren sin embargo garantizados, por el otro, los cuellos de botella de los pobres y los desempleados, las familias numerosas, los inmigrantes y aquellos que no tienen a alguien en contar. […]

Para avanzar en esta perspectiva, necesitamos una política y una economía centradas en la ética: una ética de la responsabilidad, de las relaciones, de la comunidad y del medio ambiente. Igualmente, necesitamos un auténtico «nosotros», de formas sólidas y duraderas de ciudadanía. Necesitamos una política de aceptación e integración, que no deje a los que llegan a nuestro territorio al margen, sino que se esfuerce por aprovechar al máximo los recursos que cada uno posee.

Entiendo la angustia de muchos de sus ciudadanos frente a la llegada masiva de migrantes y refugiados. Encuentra una explicación para el miedo innato al «extranjero», un temor agravado por las heridas causadas por la crisis económica, por la falta de preparación de las comunidades locales, por la insuficiencia de muchas medidas adoptadas en un clima de emergencia. Esta incomodidad se puede superar mediante la provisión de espacios de reunión personal y conocimiento mutuo. Bien, entonces vienen todas aquellas iniciativas que promueven la cultura del encuentro, el intercambio mutuo de riqueza artística y cultural, el conocimiento de los lugares y comunidades de origen de los recién llegados. […]