Después del Ángelus:
Queridos hermanos y hermanas:
[…] Os saludo cordialmente a todos vosotros, peregrinos italianos y de varios países; pero hoy me dirijo a los romanos de manera especial, en la fiesta de nuestros Santos Patronos. ¡Los bendigo, queridos romanos! Le deseo todo lo mejor a la ciudad de Roma: que, gracias al esfuerzo de todos vosotros, de todos los ciudadanos, sea habitable y acogedora, que nadie quede excluido, que se cuide a los niños y a los ancianos, que haya trabajo y que sea digno, que los pobres y los últimos estén en el centro de los proyectos políticos y sociales. Rezo por esto. Y vosotros también, queridos fieles de Roma, rezad por vuestro obispo. Gracias. […]